Árbol originario de las regiones tropical y subtropical de Asia, África y América; muy común en Bolivia. De poca altura, entre 0.5 - 6 m y perteneciente a la familia de las leguminosas (Leguminosae, Mimosoideae / Mimosa).
Es una planta de crecimiento rápido, donde el tronco de las plantas jóvenes es de color gris claro, pero con el tiempo se vuelve de color gris oscuro, casi negro. Con hojas perennes bipinnadas, delgadas, muy verdes y de agradable olor que se cierran en condiciones de poca luz o falta de agua. De espectacular floración, las flores presentan numerosos estambres largos y finos de forma cilíndrica, siendo sus flores de color rojo o blanco; similares a escobillas o plumeros. Los frutos nacen en forma de vainas y al madurar se abren, dejando escapar las semillas.
El nombre del género proviene del griego "kallos" y "andros", que significan “belleza” y “hombre” respectivamente. Esto ilustra la belleza de los estambres (parte masculina de la flor) que poseen las flores de esta especie. La calliandra es similar al árbol de Albizia.
Si necesitáis ayuda al identificar vuestro árbol; podéis probar con nuestra guía de identificación de Bonsáis.
Cuidados específicos del Bonsái de Calliandra (Carbonero)
Situación: Necesita mucha luz, aunque debe evitarse exponerlo al sol directo en las horas más altas del día. Como le gustan las temperaturas cálidas, debe protegerse de las heladas o cuando estas caigan por debajo de los 5 ºC. Durante el invierno, en los climas templados, es recomendable tenerlo dentro de casa en un lugar bien iluminado y fresco, por ejemplo, en alguna habitación sin calefacción o en un invernadero cálido, con mucha luz.
Riego: El riego debe ser frecuente en las estaciones cálidas (verano) y de crecimiento, pero ha de ser moderado en invierno. El substrato debe mantenerse húmedo, cuidando siempre de no encharcarlo.
Abonado: Abonar frecuentemente usando abono orgánico de calidad, durante el periodo principal de crecimiento vigoroso (desde primavera hasta final del verano). Disminuir el abonado en las épocas en las que detiene su crecimiento (invierno y épocas de máximo calor).
Poda y Alambrado: Podar las ramas durante el periodo de crecimiento vigoroso, esto es de mayo a agosto en el Hemisferio Norte. Los brotes nuevos deben recortarse dejando 1-2 hojas, una vez que hayan brotado 5 o 6 hojas nuevas. Se deben alambrar las ramas jóvenes poco leñosas, pues las ramas viejas son muy duras y quebradizas. Cuide que el alambre no muerda la corteza. Otras técnicas menos agresivas para modelar las ramas es usar pesas o tensores durante el modelado, combinándolas con el alambrado tradicional.
Trasplante: Debe realizarse cada 2 años en primavera, pues no tolera demasiado bien el trasplante en períodos más cortos. Pode la tercera parte de las raíces durante el trasplante, pero sin cortar demasiadas raíces finas. No es muy exigente en cuanto al substrato. Agradece los suelos húmedos y bien drenantes. Una mezcla sugerida es 50% pómice grano medio o material equivalente (tierra volcánica, etc.), más 50% de otro material que retenga el agua.
Propagación: Mediante semillas frescas o a través de esquejes leñosos (estacas), que se obtienen al podar las ramas viejas. Comenzar a partir de mayo, usando una mezcla de arena y turba a partes iguales; o fibra de coco como material que retiene el agua.
Pestes y Enfermedades: Estos árboles no suelen presentar graves problemas de plagas y enfermedades, pero pueden sufrir de clorosis por lo que, de ser el caso conviene añadirles cada primavera sulfato o quelato de hierro. Igualmente debe tenerse cuidado de que no sufra daños ocasionales por hongos (madera, tallo).
Para una información más detallada en estas técnicas; podéis buscar nuestra sección del Cuidado del Bonsái.
Ejemplos de Bonsái de Carbonero (Calliandra)
Bonsái de Carbonero (Calliandra)
Bonsái de Albizia (Mimosa, Silk tree)