Originario del Mediterráneo y de Asia, el Granado Enano es una elección popular en el cultivo del Bonsái. Es un arbusto o pequeño árbol de hasta de 5 m de altura, caducifolio, más o menos espinoso, muy ramificado. Los Granados tienen hojas opuestas, oblongas y brillantes.

Este árbol florece en el verano y sus flores son de forma oval, de un vivo color escarlata y cáliz coriáceo, aunque también pueden ser blancas, rosadas o incluso amarillentas. Estas flores posteriormente se convierten en el conocido fruto amarillo o rojo, la granada. Su pulpa roja es muy jugosa y comestible. El tronco se tuerce de manera natural y posee una corteza que se resquebraja con el tiempo, lo que hace que su cultivo sea aún más atractivo.

Si necesitáis ayuda al identificar vuestro árbol; podéis probar con nuestra guía de identificación de Bonsáis.

 

Cuidados específicos del Bonsái de Granado Enano

Situación: Coloque el árbol en el exterior; teniendo cuidado de no exponerlo completamente al sol, pues esto no le sienta del todo bien. Sin embargo, si desea que florezca abundantemente es recomendable que reciban suficiente sol y bastante aire, ya que son los insectos los encargados de la polinización. Tenga cuidado y evite las exposiciones prolongadas durante la época más calurosa y especialmente después del trasplante, etapa durante la cual deberá situarse en un lugar muy bien iluminado pero sin sol directo para que pueda mantener las raíces con la tierra fresca. Cuando las temperaturas caigan hasta los 5° C (41° F) aproximadamente, coloque el árbol en el interior y en una posición con abundante luz.

Riego: El Granado precisa de abundante agua en el verano, aunque es conveniente dejar secar ligeramente antes de volver a regar. En el periodo de invierno, si la temperatura es baja (5-10° C), regar muy poco, pero sin dejar secar del todo, pues la sequía daña considerablemente al árbol.

Abonado: Si desea que el árbol muestre unas flores y frutos saludables, emplee un abono con una alta cantidad de fósforo y potasio, desde la primavera hasta el final del verano o principios del otoño. En el momento en el que las flores comienzan a florecer apreciablemente hay que comenzar a incrementar el abono poco a poco hasta llegar a la mitad del verano, momento a partir del cual ya hay que abonar en abundancia para que los frutos puedan desarrollarse correctamente. Si por el contrario, lo que desea es un crecimiento rápido, elimine las flores y emplee un abono normal o equilibrado.

Poda y Alambrado: Pode hasta uno o dos pares de hojas, procurando tener en cuenta la dirección de la última hoja, puesto que esta nos marcará la dirección de la próxima brotación. Si desea que el árbol florezca espere para realizar la poda hasta que el árbol haya florecido. Las yemas terminales más gruesas también deben ser eliminadas para equilibrar mejor el crecimiento. El Granado puede ser podado durante todo el año, aunque es recomendable hacerlo al inicio de la brotación primaveral. Si se dejan muchas granadas en una rama, esta tenderá a secarse al año siguiente. La colocación de las ramas mediante el alambrado puede realizarse entre la primavera y el otoño, pero evitando hacerlo durante la floración y con cuidado de no dañar la corteza o romper su frágiles ramas.

Trasplante: Cada 2 ó 3 años, al comienzo de la primavera y en los ejemplares más viejos puede aumentarse la periodicidad a 3 años. La época idónea para efectuarlo es cuando el árbol haya brotado con un par de hojas. Podar las raíces durante el trasplante pero sin cortar demasiadas raíces finas. Si el árbol está sano y es joven, una poda drástica de raíces suele estimular el crecimiento de nuevas raíces, pero en el caso del granado es conveniente evitar la poda de raíces gruesas para evitar que se sequen ramas importantes. Si cortamos una raíz gruesa, no veremos ningún efecto inmediato pero al cabo de los años la corteza se irá secando poco a poco hasta que la rama afectada muera totalmente.

Propagación: Plantando las semillas en primavera en regiones cálidas o a través de esquejes semileñosos en el verano o esquejes leñosos (tallos adultos) desde el otoño hasta mediados del invierno.

Pestes y Enfermedades: Sufre el pulgón, la cochinilla algodonosa, la mosca blanca y la araña roja. No toleran bien los tratamientos con productos químicos por lo que debe tratarse de evitar las enfermedades con el cultivo adecuado o intentar eliminar la plaga por métodos menos agresivos (quitarlas con la mano, con un cepillo, con agua a presión, etc). También lo afectan la roya y el oidio. La Clorosis (hojas amarillas) la provoca la falta de hierro y manganeso. Esto afecta la formación de la clorofila y, por tanto, al crecimiento de la planta por imposibilidad de realizar la función clorofílica de forma adecuada.

Para una información más detallada en estas técnicas; podéis buscar nuestra sección del Cuidado del Bonsái.

 

 

Ejemplo de un Bonsái de Granado Enano

Bonsai de un Granado Enano (Punica)