El Ombú o bellasombra, es un árbol (antes era considerado como planta herbácea) oriundo de los montes del Nordeste argentino, Uruguay y Sur de Brasil y también se da en Paraguay. Su tronco es grueso y puede alcanzar una altura de entre 10-15 metros, de una consistencia muy ligera, no presenta los anillos interiores con los que cuentas los troncos de madera tradicional, en su interior. También el diámetro del tronco del ombú es importante y se destacan las raíces visibles.
Puede ser caducifolio o mantener las hojas todo el año, dependiendo de la rigurosidad del invierno. Las hojas son de forma elíptica y buen tamaño, hasta 20 cm de largo, de color verde oscuro brillante (más claro en el revés). La reducción del tamaño de las hojas es por tanto un aspecto importante a tener en cuenta al desarrollar este árbol como Bonsái.
Florece en primavera, exhibiendo flores en pequeños racimos terminales de color blanco. La madera de Ombú posee aplicaciones casi nulas debido a las grandes cantidades de agua que almacena en su interior. Un cultivar enano muy apropiado es el "Ombusillo" (Phytolacca tetramera) que es notoriamente de menor tamaño.
Si necesitáis ayuda al identificar vuestro árbol; podéis probar con nuestra guía de identificación de Bonsáis.
Cuidados específicos del Bonsái de Ombú
Situación: A pleno sol a todo lo largo del año, en Invierno necesita igualmente mucha luz. En climas fríos debe protegerse de las heladas muy fuertes y de los vientos helados.
Riego: A menudo el Ombú es sometido a un riego excesivo, dado que la propia planta contiene gran cantidad de agua acumulada dentro de sí. Esto debe tenerse en cuenta al regarlo. Ante un exceso de riego las raíces y el tronco pueden llegar a pudrirse. Los signos del exceso de riego son: hojas blandas y caídas y el tronco se vuelve arrugado y blando. Riegue cuando el substrato se haya secado ligeramente.
Abonado: Aplique abono sólido orgánico abundantemente, una vez entre cada dos a cuatro semanas o emplee un abono líquido semanalmente durante la estación de crecimiento.
Poda y Alambrado: En la etapa de formación no debe prestarse especial atención al tamaño de las hojas, esto se regulará después con la poda y el pinzado. Dejar crecer libremente las ramas bajas, podando o pinzando las ramas altas, de lo contrario tomarán demasiada fuerza y debilitarán a las ramas inferiores hasta secarse. La formación y poda de las ramas secundarias y el pinzando de los extremos de las ramas debe realizarse en Primavera o Verano, nunca en Invierno. Si se alambra hay que tener mucho cuidado, pues las ramas son frágiles y al ser una madera blanda y con mucha agua, el alambre se clava rápidamente en las ramas. Igualmente, tal vez sea necesario alambrar varias veces hasta alcanzar la posición deseada de las ramas. El modelaje y diseño probablemente es mejor realizarlo a través de la poda y el pinzado sistemáticos.
Trasplante: Trasplante el Ombú entre uno y tres años, según el desarrollo del árbol. Soporta perfectamente los suelos semiáridos, debido a la gran cantidad de agua que acumula en el tronco y las ramas, por ello es necesario emplear una mezcla de substrato altamente drenante. Debe plantarse en un contenedor amplio y poco profundo para favorecer un crecimiento rápido y vigoroso. Debido a su agresivo sistema de enraizamiento, puede producir Nebaris espectaculares.
Propagación: Se realiza mediante semillas. Los frutos se maceran en agua para que las semillas se desprendan de éstos. Luego se secan y pueden plantarse o conservarse durante un año.
Pestes y Enfermedades: Este árbol no sufre de plagas o enfermedades importantes, por ello debe tenerse la precaución de no utilizar ningún tipo de fungicida, insecticida u otro agente químico.
Para una información más detallada en estas técnicas; podéis buscar nuestra sección del Cuidado del Bonsái.
Ejemplos de Bonsái de Ombú
Ombú Bonsai (Phytolacca dioica) - Imágenes de: Luis Alfredo Mangiarua (Ramos Mejia Bonsai School, Argentina)