La Serissa es un pequeño arbusto que florece dos veces (a veces incluso tres) por año. Sus troncos rugosos y hojas diminutas hacen que este árbol sea muy popular como árbol de Bonsái interior.
No obstante, el cuidado de la Serissa no es fácil (a diferencia de los Ulmus, Zelkova, etc.) y por tanto es más adecuado para cultivadores experimentados, ya que el árbol es muy sensible a cambios en el riego, la ubicación y la temperatura. La clave está en mantener unas condiciones de cultivo estables!
Si necesitáis ayuda al identificar vuestro árbol; podéis probar con nuestra guía de identificación de Bonsáis.
Bonsái de Serissa (Rosa de nieve)
Situación: situar en lugares con mucho sol. Es necesario elegir un lugar donde el árbol no necesite ser reubicado y mantenga una temperatura constante. Atención, no soporta las bajas temperaturas, temperatura mínima de unos 10°C.
Riego: riegue el árbol regularmente, el suelo nunca debe quedarse seco. Moje las hojas diariamente si no están creciendo flores. Si el árbol pierde sus hojas (porque se ha cambiado la ubicación, cambios de temperaturas, etc.) continúe regando pero disminuya ligeramente el riego.
Abonado: fertilizar en pequeñas cantidades una o dos veces cada mes en la temporada de crecimiento.
Poda: la Serissa puede soportar la poda agresiva ya que brota también de madera vieja.
Trasplante: Trasplante: trasplante el árbol una vez cada dos años. Las raíces (al igual que las ramas) emiten un olor especial cuando se cortan durante el trasplante. Utilizar una mezcla de suelo normal.
Propagación: los esquejes son la forma más sencilla de propagar la Serissa.
Para una información más detallada en estas técnicas; podéis buscar nuestra sección del Cuidado del Bonsái.