La Wisteria es una enredadera fuerte, que crece rápidamente y que presenta hojas caducas compuestas y alternas. En Primavera produce grandes racimos colgantes de una flores fragantes de color púrpura azulado. El género de la Wisteria contiene menos de 10 especies, la mayoría originarias de China y Japón, así como dos nativas de Norteamérica.
En los jardines a menudo se emplean las Wisterias para que crezcan sobre pérgolas o fachadas. Existen varios cultivares con diferentes colores en sus flores; tales como blancas, rosas o púrpura oscuro. En el Bonsái las especies más habituales son la Wisteria China (Wisteria sinensis) y la Wisteria Japonesa (Wisteria floribunda), que produce los racimos de flores más largos. Las largas vainas de semillas aterciopeladas pueden explotar literalmente y catapultar las semillas cuando están maduras. Tanto las vainas como las semillas son venenosas.
La mayoría de los Bonsáis de Wisteria son de tamaño medio o grande, dado que los largos racimos de flores necesitan cierta altura para colgar apropiadamente. Las Wisterias son muy buenas para el Bonsái, pero su principal característica son sus flores. Después de florecer, tanto el tronco como las ramas se esconden debajo de los zarcillos y de las largas hojas, y en tal caso las Wisteria regresa a la segunda fila dentro del jardín del Bonsái.
Si necesitáis ayuda al identificar vuestro árbol; podéis probar con nuestra guía de identificación de Bonsáis.
Cuidados específicos del Bonsái de Wisteria
Situación: La Wisteria debe colocarse a pleno sol durante la estación de crecimiento. La luz solar es imprescindible para la floración. Las Wisterias soportan las heladas cuando crecen en el suelo, pero las raíces necesitan protección cuando se plantan en macetas. Un invernadero libre de heladas, un garaje o un cobertizo son ubicaciones ideales para colocar el Bonsái de Wisteria durante el Invierno.
Riego: La Wisteria necesita enormes cantidades de agua durante la estación de crecimiento. En el Verano es una buena idea colocar la maceta en un plato bajo que se llenará de agua cada vez que se riegue el árbol. En Otoño e Invierno mantenga las raíces húmedas, pero no empapadas.
Abonado: Aplique fertilizante sólido orgánico una vez al mes o emplee un fertilizante líquido semanalmente durante la estación de crecimiento, o incluso ambos a la vez. La Wisteria crece vigorosamente y le gusta estar bien alimentada, pero use abonos que no tengan demasiado nitrógeno. La Wisteria puede fijar el nitrógeno a partir de la atmósfera y demasiado nitrógeno promovería el crecimiento de las hojas en lugar del floral.
Poda: Lo mejor es realizar la poda intensa a principio de la Primavera o después de la floración. Deje que los zarcillos crezcan hasta Julio y luego pódelos. Después de que se caigan las hojas pode las ramas y ramitas, y luego alambre la estructura de las ramas. No corte los brotes cortos en los que luego brotarán los capullos de las flores. Observando con cuidado se distinguirán los capullos de las flores de los capullos de las hojas. Cuando la copa se vuelva demasiado densa en el Verano y las ramitas internas sufran por la escasez de luz, puede podar algunas de las hojas, pero no es recomendable defoliar por completo a la Wisteria. Tampoco deje que se desarrollen demasiadas vainas de semillas, dado que le quitarán demasiada energía al árbol.
Trasplante: Trasplante las Wisterias jóvenes en Primavera cada dos años y las viejas cada tres o cinco años, justo antes de que los brotes comiencen a abrirse. Toleran bien la poda de las raíces, pero en los árboles viejos no debe arriesgar demasiado. Las Wisterias florecen mejor cuando las raíces están ligeramente sujetas a la maceta. Una mezcla normal de substrato funciona bien. El valor del pH debe oscilar entre 5.5 y 6.
Propagación: Las Wisterias se propagan con facilidad a partir de semillas. También es posible realizar esquejes, acodos aéreos e injertos. Los plantones no florecerán hasta los 10-15 años. Los esquejes, acodos aéreos o plantas injertadas florecerán antes.
Pestes y Enfermedades: Normalmente la Wisteria es una planta fuerte y saludable, aunque en ocasiones las enfermedades del mildiú polvoriento y manchas foliares pueden afectarla. Arranque las hojas afectadas en la fase temprana. Deben podarse las llagas y cancros de la corona. La pudrición de las raíces puede ocurrir cuando la masa de raíces está demasiado húmeda durante la hibernación o dentro de un substrato no apropiado. El insecto más peligroso es el barrenador de la Wisteria, que perfora y realiza túneles en los tejidos de transporte y puede matar al árbol. Desafortunadamente el barrenador es difícil de controlar, incluso con potentes pesticidas químicos.
Para una información más detallada en estas técnicas; podéis buscar nuestra sección del Cuidado del Bonsái.