En este artículo enseñaremos a crear un hermoso Bonsái a partir de un humilde Ficus, uno de esos que se producen en masa.
El Ficus es, por mucho, el árbol más popular que eligen los principiantes dado que es capaz de crecer muy bien en interiores. Sin embargo, la mayoría de los árboles vendidos como Ficus tienen fallos evidentes, surgidos a raíz del rápido proceso de desarrollo al que han sido sometidos. A menudo se les cultiva en grandes viveros en China, donde a los troncos pequeños se les crea mucho movimiento y se les deja crecer varios metros, para engrosar sus troncos rápidamente. Un año después los troncos son cortados para crear unos árboles pequeños, y luego se seleccionan los brotes jóvenes para darle forma a las nuevas ramas. El resultado es un Ficus pequeño de tronco grueso, con una herida enorme en el final del tronco y unas pocas ramas poco desarrolladas.
Sin embargo, para los que comienzan en el arte del Bonsái estos árboles son magníficos, puesto que son fuertes, pueden mantenerse en el salón, crecen rápido y son muy baratos. En este artículo mostraremos como desarrollar un Bonsái refinado a partir de un Ficus importado barato.
El Ficus antes del diseño en otoño.
Después del diseño (foto tomada aproximadamente un año después)
Vídeo del diseño del Bonsái de Ficus Retusa
Los pasos del diseño explicados
Después de comprar el Ficus, lo colocamos en un contenedor grande y lo dejamos crecer sin tocarlo durante uno o dos años. De esta forma las ramas podían engrosar y desarrollarse; y además se aseguraba la buena salud del árbol. Los siguientes pasos demuestran la progresión del árbol durante un año. De manera que, el tiempo total para desarrollar el árbol hasta el resultado final que aquí se muestra, es de aproximadamente dos años.
Comienza la poda. Observad como inmediatamente después de podar, las heridas se cubren con una savia blanca.
Podando las ramas gruesas hasta el crecimiento más joven, que es más flexible y fácil de usar en el diseño que estamos buscando.
Despejando el ápice del Ficus, dado que en estos momentos el ápice está cerrado y ha crecido mucho.
La poda está hecha. Aunque el árbol ahora se ve mucho mejor, necesitamos alambrarlo para ser capaces de darle la forma deseada a las ramas.
Usando un tensor bajamos esta rama gruesa. La rama aún necesita desarrollarse con el tiempo, para convertirse en la rama principal de la dirección del Bonsái..
Luego, alambramos todo el Ficus. El alambre se mantendrá hasta que esté a punto de morder la corteza, probablemente en unos 6 meses.
Seis meses después trasplantamos el árbol a principios de primavera. También eliminaremos el alambre de las ramas.
Podamos las raíces para que el árbol entre en su nueva maceta pequeña de Bonsái. La maceta no es especialmente buena, pero combina bien con el árbol. Con el tiempo, elegiremos una mejor maceta para el árbol.
Empleando unos palillos trabajamos con el sustrato. Nos aseguramos de no dejar bolsas de aire, pues esto es importante para la salud del árbol.
Cuidados posteriores y próximos pasos
Aunque la silueta del árbol ha mejorado significativamente, el árbol aún necesita ser refinado con el tiempo. Más importante aún, podaremos al árbol regularmente (aproximadamente una vez al mes durante la primavera y el otoño). Eventualmente, también le elegiremos una mejor maceta.
El Ficus tres meses después del trasplante y después de una poda rápida a finales de la primavera.
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